Las complicaciones pueden incluir un coágulo de sangre en el órgano sensorial o infección en el área del cartílago. El cirujano puede recomendar un período de espera para ver si el coágulo de sangre o infección (con tratamiento antibiótico) se resuelve. Si el coágulo de sangre no se disuelve, se puede quitar con una aguja. En raras ocasiones, una infección puede requerir drenaje quirúrgico. La formación de tejido cicatricial es una posibilidad. Muchos pacientes pueden tener una cicatriz ligeramente visible en la parte posterior de la oreja.
Sin embargo, los cirujanos toman especial cuidado en colocar la incisión en un lugar discreto.