La rutina estaba absorbiendo: en primer lugar, el pepino de limpiador, un brebaje que la señora clara de huevo hecha con pepino cortado en cubitos, leche agria y una pequeña cuchilla giratoria. Ella extendió la mezcla siempre tan ligeramente sobre la cara de mi madre; esto fue seguido por un masaje suave a lo largo de los templos, alrededor de las mejillas, hacia el mentón, y luego alrededor del cuello, seguido de una toalla caliente humeante y una rinse.
Only entonces era madre lista para las claras de huevo batida rituales-eggwhite y miel aplicada cuidadosamente sobre la cara entera a excepción de los discos de algodón alrededor de los ojos. Nadie habló durante estos momentos, como las palabras hubieran roto el hechizo. Las claras de huevo eran cristales mágicos destinados a endurecer más la piel y en el endurecimiento endurecer las células sueltas y caprichosos que se habían extendido a través de la capa cutánea externa. Esos eran los días en que hiciste en la piel díscolo como lo haría con los niños-con un lip.
Mother superior tieso nunca vio lo ridículo miró con claras de huevo que se distribuyen en la cara como una máscara de nylon y la señora eggwhite Nunca brilló un espejo frente a ella hasta que su piel había sido en polvo, las cejas depiladas y vuelve a dibujar y los labios pintados como un plato de cherries.I mencionar todo esto, porque en nuestro plexiglás, mundo tecno-habituado, que no es mejor tarifa. Las máscaras eggwhite han sido reemplazados por su variant- más tecnológica "microdermoabrasión".
Ya en los años cincuenta, ninguna mujer (y menos aún la madre que era ella misma frágil como la cáscara de huevo) habrían aceptado una palabra que sonaba como un blaster carretera. Pero en nuestro altamente especializada y el mundo tecnológico, algo que sonaba menos de nuevo o revolucionario nunca hacer su camino a la marketplace.
And así es con tratamientos faciales -que eggwhite ahora han sido sustituidos por un tratamiento facial de otro tipo-una fina niebla de partículas de óxido de aluminio rociado sobre el áre