Los alimentos deben ser introducidos uno a la vez, permitiendo que dos o tres días para pasar antes de introducir la siguiente comida.
Esto permitirá que el niño se acostumbre a los nuevos sabores y texturas. Además, proporcionará tiempo para observar cualquier reacción negativa, y le ayudará a identificar qué alimentos está causando la reacción.
Todos los bebés progresan a ritmos diferentes. Estas directrices proporcionan a los padres con una idea de qué esperar durante este tiempo de formación en la vida de su hijo. Los padres deben permitir cierta flexibilidad, lo que permite a su hijo a progresar a su propio ritmo. Sin embargo, si hay motivo de preocupación, no deben dudan en consultar a su médico.