Al crecer, yo odiaba a todo el proceso de la pena a pesar de que sabía que era malo en hacer algo que no se supone que debe hacer. Muy a menudo me dirían que nunca iba a castigar a mis hijos de la misma manera me castigaron (es decir, tierra, nalgadas). Es curioso, ahora que lo pienso, que no a pesar de que yo estaba decidido a hacer lo mismo con mis hijos me volvió a las mismas cosas que odiaba cuando era niño. Muchos padres y trabajadores sociales esperan que los tiempos de espera o tiempo de reflexión como a menudo llamado.
Al parecer, no se dan cuenta de que lo que funciona para algunos niños no siempre funciona para los demás. No me gusta la idea de nalgadas a mis hijos hasta el punto de que sólo lo uso como un último recurso. La mayoría de las personas están en desacuerdo diciendo que nalgadas a un niño les enseñará que está bien golpear o ser violento. Yo, sin embargo, de acuerdo con ese sedimento. Tengo mi parte justa de los azotes como un niño y no una vez que se me hacen pensar que actuar o golpear estaba bien.
He aprendido a través de esos azotes que me hice mayor que ellos me enseñaron a hacer lo que me dijeron o habrá consecuencias que no quiero. ¿Utilizo azotes como el único castigo para mis hijos? No. Yo trato de los tiempos de espera. A veces, los trabajos y, a veces no lo hacen. Mi hija se puso tan en los tiempos de espera que cuando se portaba mal pondría a sí misma en el tiempo de espera y, por tanto, que el castigo se convirtió en ineficaz con ella.
Me han dicho que tomar los juguetes, pero en este día y edad con todos los juguetes de los niños consigo tomar los juguetes no es tan eficaz como me gustaría que fuera
Mi solución:. Use azotes como último recurso sólo cuando corro a través de mi lista de castigos y no son eficaces. A pesar de que constantemente escucho de un niño a otro "Eso no es justo", cuando un niño es castigado de manera diferente Todavía quedo con las mismas cosas.
Aprendí de mis hijos y de sus diferentes personalidades que a pesar de un tiempo de espera puede trabajar para uno de ellos que no siempre funciona con los demás. A punto de darse por vencido y no saber qué más hacer, finalmente me di cuenta de que yo debería usar a mi favor las cosas que no les gusta hacer más. Por mi preadolescente he llegado a utilizar tareas como castigo mientras que con mi hijo de 7 años me tomo sus productos electrónicos de él desde entonces haciendo tareas es algo que le gusta.
La mayoría dirían que no es justo que esos