A veces, a pesar de los mejores esfuerzos de una familia, un adolescente parece decidido a perseguir conductas inmorales y perjudiciales. En tales casos, la familia puede que tenga que buscar ayuda externa. El adolescente podría estar más dispuestos a escuchar a un profesor favorito que a miembros de la familia.
Algunas familias pueden optar por recibir la asistencia de un miembro del clero o un asesor personal. Los adolescentes con graves problemas conductuales pueden necesitar la ayuda de consejeros profesionales.