Diversos materiales se inyectan en o bajo la piel para aumentar la superficie y que la cicatriz se vea suave. No sólo es el acné una condición física, un componente psicológico está presente también. Las víctimas del acné pueden experimentar, problemas de conducta, disminución académica, el aislamiento social, el abuso de sustancias, depresión, incluso suicidas. Los adolescentes son más vulnerables a este respecto debido a que tanto el acné y trastorno depresivo tienen un pico de incidencia en la adolescencia.
Aunque el acné no es una enfermedad que amenaza la vida, la gestión adecuada es vital para su resolución exitosa.