Si lo que busca es la trucha, usted haría bien para pescar donde viven las truchas. ¿Cuánto sabe usted acerca de sus clientes ideales? Rasgos como la edad, el género, el origen étnico, nivel de ingresos, propiedad de la vivienda, la profesión, la educación y la ubicación son sólo algunos ejemplos de la demografía. Las creencias religiosas o espirituales, alineamiento político, aficiones, intereses, metas, sueños, deseos, etc., son ejemplos de la psicografía.
¿Qué combinación mágica de la demografía y psicografía no poseen su cliente ideal? Armado con esta información, el siguiente paso es familiarizarse con estas personas tan íntimamente como sea posible. ¿Dónde viven? ¿De dónde obtienen su información? ¿Qué es lo que leen, ver, escuchar? ¿Qué criterios conducen sus decisiones de compra? Lo que les atrae? ¿Cómo se puede utilizar toda esta información para comenzar a crear un proceso paso a paso que convierte a la gente a las fuentes potenciales, clientes potenciales, clientes, clientes y de referencia? Recuerde que el marketing es el equivalente del negocio de un ritual de cortejo que, idealmente, conduce a una relación de por vida.
Ahora dos preguntas muy difíciles: ¿Cuántos clientes ideales vivir dentro de su área de servicio? De esa cifra, ¿qué porcentaje se puede contar con la atracción? La primera pregunta es bastante fácil de responder. El segundo es donde las conjeturas comienza verdaderamente. Vas a tener que hacer algunas suposiciones acerca de su capacidad de penetrar en el mercado y la cuota de mercado va a ganar. Como regla general, recomiendo ser lo más conservador posible y luego reducir a la mitad de ese número para mayor seguridad. Hay un montón de recursos para hacer esta investigación de mercado.
La Oficina del Censo de Estados Unidos tiene una gran cantidad de información demográfica. Locales periódicos, tablones de anuncios, iglesias, escuelas y más le puede dar una