Well, la experiencia que voy a compartir con ustedes, es tan único con respecto al cuidado del gato, consejos y directrices reales, puedo asegurarle, usted nunca ha oído hablar de nadie, leído en cualquier artículo, libro, etc. Una de las razones, como menciono en muchos de mis artículos de cuidado de mascotas, es porque, yo vivo en un lugar muy singular , el norte de Tailandia, sujetos a toda o cualquier criatura imaginable por ahí ya que estoy rodeado de Jungle.So, quería compartir una experiencia especial con mi gato.
Por supuesto, esto es un gato de Tailandia, y que sin duda tienen un carácter muy diferente de otros gatos stateside. No debe confundirse con un tipo de gato siamés, esto era sólo un gato doméstico perdido, su madre decidió dar a luz debajo de mi patio, y dejarlo solo para sobrevivir, y vaya que este gato sobrevivió. De hecho, este era el gato más inteligente que he experimentado. Comenzó alrededor de las 3:00 de la mañana, me desperté temprano, como de costumbre.
Uno podría pensar que esto es un ambiente tranquilo pacífica, sin embargo, por el contrario, los gallos locales comienzan a las 1:00 am, lechuzas, todo a través de la noche, y otros ruidos interesantes de la selva, muchos ni siquiera estoy seguro de lo que are.Up en 03 a.m. oí una tranquila, miau, miau ruido exterior. Eso llamó mi atención, ahora lo que te pido. Caminar afuera en la noche es una de esas cosas que realmente necesita tener cuidado, y tienen un super linterna. Esa es la punta número uno.
Así que a la vuelta de la esquina es un gatito bebé, sólo tenía los ojos abiertos, y había subido a un árbol, a unos 60 pies de altura. Cuando lo llamé, ella vino abajo, y justo a mí. Ahora que fue una gran sorpresa, ningún dueño de la mascota podría nunca tan no a esta, por lo que la configuración de un área en la casa, aquí viene la leche, y una lata de atún, que desapareció en cuestión de minutos, y luego se durmió durante todo el día siguiente .
Sounds como una historia agradable, pero en realidad sólo el comienzo, ya que broma con los amigos, el gato del infi