Mucho antes de que existiera Internet, utilizamos la música de la cinta. Nos escuchamos una melodía que nos gustaba, y tomaríamos nuestras pequeñas grabadoras, y la cinta. A veces nos gustaría poder pedir prestado un disco y cinta de las canciones que nos gustaban, dejando a los que no lo hicimos. Hay mucha gente que le gusta correr sus casetes, cuando se dirigían de escuchar lo que querían cuando querían. Nunca pensé en ello como cualquier crimen, como negar un dinero artista por su trabajo, pensé en ella como conveniente.
Donde yo vivo, la gente se ganaba la vida de ir a los bailes, la grabación de la música, y la venta de copias a los conductores de minivan. El conductor con los últimos sonidos menudo tiene el mayor número de pasajeros. Nunca hubo una idea de los derechos de autor, de deber regalías. Después de todo, se razonó, la artista le pagaron cuando cantaba, él consiguió dinero cuando las grabaciones vendidas, y tomando una melodía aquí, una melodía allí, estaba ayudando a conseguir famosa. Por supuesto, los grandes hombres de vientre que era dueño de la grabación de las empresas no lo vieron así.
Esto se debe a que son los que hacen el dinero. Un Artiste obtiene unos pocos centavos, el escritor de la música, unos pocos centavos, de hecho todo el que hace cualquier cosa en ese disco consigue unos pocos centavos. Las compañías discográficas reciben los dólares. Así que vamos a cortar la mierda; es la compañía de grabación que pierde más cuando se copia una canción. Así fue como estaba antes de la Internet, antes de las descargas y los CD y todo el resto de la misma.
No hay nada nuevo acerca de los argumentos hoy sobre la música descargan entonces había en los años ochenta sobre la grabación de música. Y no hay diferencia en cómo el dinero se divide. Lo que es nuevo, es la capacidad de un artista de cortar el hombre de vientre grande y su compañía de grabación. Esto es lo que el miedo es en realidad. Después de todo, si yo no necesito un contrato para producir música, entonces nadie puede detenerme. Nadie puede decidir si soy lo suficientemente bueno o no, excepto, el público.
Yo no tengo que gastar mi tiempo pidiendo un contrato, o el tiempo de estudio, tener a alguien a decidir si o no soy lo suficientemente bueno, o del público me debería escuchar. Puedo pasar mi tiempo escribiendo y realizando mi música como yo quiero que sea. Así que aquí está la primera revolución; Libertad para producir cualquier tipo de música que desee. Y esta libert