Este escenario ocurre en la mayoría de los casos, cuando el director se ha ido de su domicilio o en un viaje de negocios por un largo período; o peor aún, si el director está enfermo. El poder de representación compara el agente como el de un empleado, así como el representante del director. Otro término popular para el agente autorizado en un poder notarial es abogado-de-hecho. El director y el agente que ejecute un acuerdo como el poder o bien podrían ser un individuo, sociedad o corporación.
Ambas partes que ejecutan el poder debe, por supuesto, tienen la capacidad legal que significa que los partidos deben tener 18 años de edad o más y de la capacidad mental normal. Cuando autorice el director del agente en el poder, el agente actúa en el ámbito del acuerdo legal. Por lo tanto, el director también es responsable de los actos que el agente entró en, en su nombre. En el ejercicio del poder, el agente tendrá derecho al pago por los servicios prestados y el reembolso por parte de su expenses.
A uso más común para el poder es cuando el director entra en una transacción como la compra de un bien a la propiedad inmobiliaria. El agente, en virtud del poder de representación, se ocupa de la empresa, o el dueño de la propiedad hasta que la venta se ha consumado. De este modo, el agente paga y firma todos los documentos legales necesarios (como el formulario de compra de aplicaciones, contrato para vender, una escritura de restricción, etc.) para la empresa de negocio entre el director que es el comprador y el dueño de la propiedad que es el vendedor.
Normalmente, el poder es revocable o se puede cancelar en cualquier momento. Como tal, el director sólo tiene de lograr la revocación del poder de representación y otra vez, tener la cancelación debidamente certificado por un notario público. El poder también se convierte en nulo y sin efecto en caso de fallecimiento del director. El papel del notario en el poder de abogado es vital y parecido a