Shark Finning es a la vez global y sin control y por ello entre los treinta y ocho millones y cien millones de tiburones son sacrificados por sus aletas cada año. Debido a la creciente demanda de aletas de tiburón sopa y tiburones remedios en la cultura asiática es un negocio muy lucrativo.
Cualquier tiburón es cosechable, independientemente de su edad, tamaño o raza. Algunas especies de tiburones han disminuido en número de ochenta por ciento en los últimos cincuenta años.
Existe la preocupación de que la extinción de uno de los principales depredadores de los océanos va a causar un colapso total en el ecosistema. Si los tiburones se extinguen muchas pesquerías se van a la quiebra. Si los depredadores que cazan los mariscos, camarones y peces pequeños no tienen unas grandes depredadores, como los tiburones, la caza de ellos, van a crecer sin control y devorar la vida marina que cazamos. Desafortunadamente, muchas personas creen que todavía hay una gran cantidad de los tiburones a la izquierda, por desgracia esto no es el caso.
La industria del aleteo de tiburones trae en miles de millones de dólares al año. Una libra de aleta de tiburón seca puede costar trescientos dólares. En Asia, la sopa de aleta de tiburón puede pasar de cincuenta a un estadounidense de un tazón cuatrocientos dólares. La sopa es realmente saludable. Contiene mercurio debido a la aleta de tiburón, que si se comen a diario en grandes cantidades puede causar esterilidad en los hombres y puede dañar el cerebro de los niños pequeños y los bebés.
También no hace nada la ayuda del cuerpo, ya que no contiene proteínas, calcio o incluso de valor nutricional. No hay ninguna prueba científica de que los recursos de tiburones ayudan a las personas. Los médicos creen que simplemente funcionan como placebo. China es conocida para comprar la mayor cantidad de aletas de tiburón, ya que ellos consideran un manjar.
Debido a las leyes de aleteo de tiburones, activistas animales y la conciencia pública el consumo de aletas de tiburón se ha reducido en un veinticinco por ciento.
En 2007 el biólogo y cineasta canadiense Rob Stewart hizo la película "Sharkwater", que expone los horrores de la industria del aleteo de tiburón. Lamentablemente, incluso con leyes más estrictas y la protesta pública, todavía no es suficiente. El aleteo de tiburón todavía sucede, y millones de tiburones mueren cada año para sostener la demanda del público asiático. Si los tiburones se extinguen l