Loizeaux dijo que varias semanas después del 9/11, cuando se está quitando los escombros, "puntos calientes de acero fundido" se encontraron "en el fondo de los huecos de los ascensores de las torres principales, hasta siete niveles [del sótano]." A pesar de la abrumadora evidencia, cuando se le preguntó en un foro en vivo acerca de la existencia de este metal fundido de la que son seguramente saben, el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) niega rotundamente su existencia.