ales que predican la tolerancia parecen perpetuar un 'chip en el hombro' actitud hacia cualquier persona que tenga una toma conservadora de la vida. Como dice Brooks estos mismos liberales son los que promueven la diversidad, sin embargo, cuando se trata de contratar a alguien de un punto de vista filosófico diferente los escudos vienen y se quedan solos en su capullo de la liberalidad, sin molestias, escribiendo sus tratados de suficiencia en los valores de una sociedad diversa planeado.
Uno que dicen que es el único camino a seguir para el resto del mundo para ir, tal vez, pero no cuando se trata de la intelectualidad de élite que deben tener libertad para funcionar principalmente en enclaves homogéneos por su cuenta, muchas gracias.
Brooks, David., en Donald McQuade y Robert Antwan., (2006), El Sitio Escritores Presencia. 5ª Ed. Bedford /St Martins: Boston