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El Internet ha cambiado la forma de vivir y relacionarse. Algunos de nosotros nos hemos vuelto adictos a algunos de los servicios que ofrece Internet, y otros han logrado integrar Internet en su vida cotidiana, mientras que todavía mantiene una vida normal y saludable.
El Internet puede ser perjudicial para nuestro bienestar psicológico y físico y si seguimos a dedicar todo nuestro tiempo a la misma, la sociedad inevitablemente convertido desintegrada y podemos perder toda capacidad de comunicarse cara a cara.