Camine lentamente y su escritura mejorará. No siempre revolotean de un lado a otro, volando como si tuviera alas en lugar de pies humildes. Evite seguir el ejemplo del colibrí. Observe a su alrededor con la atención y la curiosidad en lugar de despedirlos tan aburrido y sin importancia. Mira todas las flores --- no sólo los florecientes, pero los que se marchitan, también. Admire el cielo. Es posible que se sorprenda al descubrir que no es tan inmutable como pensabas. Las nubes a la deriva; que crecen y se contraen; vientos y las lluvias se precipitan a través.
Incluso la acera difiere de día a día. Tal vez se encuentra con un gusano de un día o pisar un chicle que no estaba allí antes.
Usted puede no notar los cambios de inmediato, pero si se estudia con diligencia su entorno, podrás descubrir que sus evoluciona mundo más rápidamente que lo más probable es imaginado. Con demasiada frecuencia se toma la apariencia de nuestra ciudad natal o ciudad por sentado. Pero eso es sólo porque no estamos realmente viendo lo que nos rodea.
Todos los escritores deben entrenarse para observar las cosas --- incluso todos los días, las cosas mundanas --- con más cuidado que sus amigos y familiares lo hacen. Porque en definitiva, la vida gira en torno a fragmentos, no historias trascendentales. No todo puede ser enorme o impresionante. Así que busque la poesía o el humor o el teatro en todas partes.
Toma estas palabras en busca de inspiración, no importa lo cínico que eres.