¿El Internet realmente necesita para estar seguro? Sí. La Internet no tiene por qué ser seguro y no simplemente por razones de seguridad nacional. Hoy, es un asunto de seguridad personal. Como más instituciones financieras gravitan en torno a Internet, el futuro financiero de Estados Unidos dependerá de seguridad. Muchos usuarios pueden no estar al tanto del número de instituciones financieras que ofrecen la banca en línea. Hace un año, este fue un fenómeno relativamente raro.
Sin embargo, a mediados de 1996, las instituciones financieras de todo el país estaban ofreciendo estos servicios a sus clientes. Aquí están algunos: • Wells Fargo Bank • Sanwa banco • Bank of America • City National Bank of Florida • Wilber Banco Nacional de Oneonta, Nueva York • La mecánica del Banco de Richmond, California • COMSTAR Federal Credit Union de Gaithersburg, Maryland La amenaza de falta de seguridad es algo más que una financiera. Registros bancarios son muy personales y contienen información reveladora.
Hasta que el Internet es segura, esta información está disponible para cualquier persona con la destreza técnica para romper el servicio en línea de un banco. No ha ocurrido aún (supongo), pero lo hará. También, el Internet debe ser seguro para que no degenere en una vía de espionaje interno. Algunas organizaciones de orden público ya están utilizando arañas de Usenet de reducir las identidades de los miembros de la milicia, milicianos y otros indeseables políticos. Las declaraciones de estas personas en Usenet se archivan de distancia, se puede estar seguro.
Este tipo de actividad maderera no es ilegal. No hay protección constitucional en contra de ella, como tampoco existe un derecho constitucional a alguien para exigir la privacidad cuando garabatean en la pared del baño. Privado e-mail es un asunto diferente, sin embargo. Los agentes encargados de hacer cumplir la ley necesitan una orden para aprovechar la conexión a Internet de alguien.
Para evitar estos procedimientos (que podría llegar a ser generalizado), todos los usuarios deben al menos ser conscientes de los productos de cifrado disponibles, tanto gratuitos como comerciales (voy a discutir este y otros temas relacionados en la Parte VII de este libro, "La Ley"). Por todas estas razones, la Internet debe convertirse seguro.