Me cerró la puerta cuando la luz se encendió y se dispuso a disfrutar del lujo. Me sentí un poco vulnerable y expuesto al principio, cuando me entronizado a mí mismo en la gran cámara, y como me instalé yo mismo la luz se apagó. No había ni el menor atisbo arrastrándose por debajo de la puerta y se tomó un segundo o dos de pánico leve a darse cuenta de que la luz estaba en un muy corto temporizador.
Movimiento era necesaria para conseguirlo encendió de nuevo, así que empecé a agitar mis brazos con fuerza por encima de mi cabeza y funcionó -. Por otros 15 segundos
Después de 3 sesiones ondeando empecé a reír por lo ridículo de la situación de un hombre, yo, sentado en el inodoro agitando los brazos y la luz intermitente y apagado. O bien el temporizador necesaria para ajustar o había una cámara oculta escondida en algún lugar de la habitación y me iba a terminar en el tan cruel versión francesa cruel, de cámara indiscreta.