Los críticos han sugerido que es hora de que los colegios que gastan más de sus dotes en las necesidades actuales (Jaschik, par 9). Cualquiera que asista a una institución de educación superior, así como a los padres con hijos en edad universitaria reconoce que el pago de la educación no es una cuestión ahorrativos.
Todos los estudiantes se merecen la mejor educación, pero lo lamentable es que no siempre se preste. Yo mismo estoy en la posición en la que, por ahora, dependo de la dotación de la Universidad de proporcionarme la ayuda financiera que he recibido hasta ahora. Espero que podamos empezar a ver todos los números igualmente equilibrar y es de esperar que estas instituciones se empiezan a poner su dinero a un mejor uso a fin de hacer la inversión adecuada para los que reciben el dinero en primer lugar.