El estrés puede empeorar el acné de dos maneras diferentes: a) estimular las glándulas suprarrenales para producir más cantidades de hormonesb) ralentizar el proceso de las glándulas healingAdrenal situado justo encima de los riñones tienden a secretar epinefrina y norepinefrina en virtud de los períodos de estrés y cuando se segrega la corteza adrenal hormonas masculinas. Estas hormonas masculinas trabajan hacia la producción de hormonas en cantidades más que lo que se requiere y estimula la glándula sebácea con el fin de secretar más sebo. Esto forma en última instancia el acné.
También se ha demostrado que cualquier tipo de estrés psicológico tiene la tendencia a reducir la capacidad de curación de las heridas de los sistemas inmunes hasta en un 40%. Esto también es cierto en los casos de acné. Estrés debería agravar el acné e incluso empeorar la condición general de la piel. Se tiende a hacer que las glándulas suprarrenales producen más de un asteroide conocido como el cortisol que a su vez, hace que las glándulas sebáceas producen más cantidad de aceite y hacer que la piel grasa.
Esta es la razón principal por la que la gente se sienta la inflamación del acné durante los períodos de estrés. En situaciones de estrés también se puede experimentar pápulas llenas de pus. Es un hecho conocido que el estrés puede dañar la salud general del cuerpo y los bienestar general. Sin embargo, lo que no se dan cuenta es que lo peligroso que el estrés puede ser la de los de la piel. El estrés puede resultar en la piel opaca, pálida y sin vida. El estrés tiene una tendencia a producir hormonas que estimulan aún más glándulas sebáceas y, posteriormente, los hacen producir más petróleo.
El aceite extra producido por las glándulas sebáceas tiende a obstruir los poros y dar lugar a la producción de bacterias y la inflamación. El resultado final es las cabezas blancas, espinillas y puntos negros. Según un estudio reciente, se ha demostrado que la gravedad del acné se incrementa debido a los niveles adicionales de estrés. El estudio realizado por el Departamento de Dermatología de la escuela de Stanford Universitys de la medicina ha demostrado