El matrimonio cristiano es un compromiso de por vida, trabajando hacia fuera en la mejor manera posible para sobrevivir cada circunstancia que se produce. Terapia de pareja cristiana requiere ambos socios para obtener resultados más eficaces sin embargo, un terapeuta podría centrarse en un solo individuo, si el otro no está dispuesto a someterse a los procedimientos de asesoramiento. Las parejas deben estar comprometidos con sus relaciones reconocer y aceptar primero sus sentimientos y segundo es mantener las líneas de comunicación abiertas con su cónyuge, hijos y familiares.