Hay otras razones que un contribuyente puede encontrar a sí mismo, sin saberlo, en deuda con el IRS. Tal vez, se ha producido una crisis personal o la salud de la familia y el contribuyente se olvidó de presentar o era incapaz de pagar debido a la crisis. Hay contingencias previstas por el IRS en estas situaciones que permitan a una factura por el importe no pagado, siempre y cuando se puede documentar su crisis como genuino. A veces un contribuyente comete errores al reclamar créditos, deducciones o exenciones a las que no les corresponden.
En este caso, el IRS generalmente en contacto con el contribuyente y pedir la documentación de cómo califican para estos pasivos reducidos. Si dicha documentación es defectuosa, el IRS volver a calcular la rentabilidad y el contribuyente se le cobrará por cualquier aumento de la deuda tributaria.