Incluso si su perro se recupera de la deshidratación y deja de mostrar ningún síntoma, es necesario llevarlo a un veterinario tan pronto como sea posible para determinar la causa exacta de la deshidratación. A pesar de que la mayoría de los casos son causados por el calor y la pérdida de líquidos, también puede ser el resultado de una enfermedad más grande, por lo que el veterinario tiene que hacer un chequeo completo para asegurarse de que se quedará en buena salud.