Henrietta Lacks hizo historia en 1951 con una contribución notable y permanente a la ciencia biomédica y sesenta años después de su muerte aún continúa haciéndolo.
Henrietta nació el 18 de agosto 1920 en una familia pobre afroamericano que se ganaban la vida como agricultores de tabaco en Roanoke Virginia. Ella se levantó de la edad de cuatro años por su abuela, después de que su madre murió al dar a luz a su décimo hijo. En 1941 se casó con su prima hermana, para sorpresa de toda su familia, porque crecieron en la misma casa como hermano y hermana.
Finalmente tuvieron cinco hijos el último de los cuales nació cinco meses antes de que ella fue diagnosticada con cáncer terminal del cuello uterino.
La enfermedad comenzó con sangrado abundante de su vagina acompañada de fuertes dolores abdominales. Ella visitó el ginecólogo Dr. Howard Jones en el hospital John Hopkins, que diagnostica el cáncer de cuello uterino. Las muestras de tejido fueron tomadas de su tumor sin su consentimiento (práctica común en ese momento) antes de comenzar el tratamiento y se envían al patólogo Dr.
George Gey quien junto con su esposa Margarte realizó numerosos experimentos científicos. A través de las observaciones que él descubierto que sus células se veía y se comportaron de manera diferente, a diferencia de las que había trabajado con anterioridad.
Las células normalmente mueren a los pocos días después de que han tomado para el donante, sin embargo en este caso las células tomadas de Henrietta Lacks eran capaces de vivir, regenerarse y crecer indefinidamente.
Fue apodado el "célula milagro tan esperado por la comunidad científica y resultó ser el impulso que necesitan los investigadores biomédicos.
El Dr. Gey nombre de las células HeLa", que es una combinación de las dos primeras letras del sus nombres y apellidos en un esfuerzo, dijo, para proteger su identidad. A continuación, pasó a hacer un anuncio público en la televisión acerca de su descubrimiento.
La célula más tarde se conoció como la "línea celular inmortal 'a causa de ella característica única de ser capaces de crecer y replicarse indefinidamente, sobrevivir después de estar congelada durante décadas, dividido en diferentes lotes que comparte entre diferentes científicos, e incluso viajó al espacio sin ser afectado.
Tres años después de su muerte células HeLa ayudaron el científico Jonas Salk en su desarrollo de la vacuna contra la polio.
Para probar su vacu