En la actualidad el ser humano está expuesto a muchas enfermedades generadas en su mayoría por el tipo de vida que llevamos en el día a día. Son muchos los estudios que se han hecho al respecto y se ha comprobado que dichas enfermedades son consecuencias del estrés con el que vive el ser humano hoy día.
El detonante puede ser cualquier cosa, el exceso de tráfico que hay en las principales ciudades, las clases sociales, la familia, el trabajo.
Es que en el afán de tratar de conseguir un mejor ingreso con el cual sostenernos, nos olvidamos de lo importante, dándole paso a aquello que llamamos URGENTE y nos llenamos de compromisos y responsabilidades que nos arropan y terminan agobiándonos por diversos factores como el tiempo por el ejemplo.
Los especialistas definen el estrés como la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio emocional de la persona. En esta reacción participan casi todos los órganos y funciones del cuerpo incluidos cerebro, los nervios, el corazón, entre otros.
Sin darnos cuenta cuando estamos bajo estrés el organismo genera reacciones en los principales órganos de nuestro cuerpo, de allí se derivan las enfermedades: cardiovasculares, artritis reumatoide, migrañas, calvicie, asma, tics nerviosos, sarpullidos, impotencia, irregularidades en la menstruación, colitis, diabetes y dolores de espalda.
¿Cómo podemos saber que estamos bajo una crisis de estrés?
Las señales más frecuentes son:
Aumento o disminución de peso
¿El mejor tratamiento?
Sin duda alguna que la mayoría de las veces la solución a nuestras crisis de estrés la tenemos nosotros mismos en nuestras manos y mente. Lo mejor es enfrentar el día a día con una mejor cara, aunque cueste, es mejor sonreír, que andar quejándose todo el día por las circunstancias que se están viviendo. Encontrar un pasatiempo, un hobbie, hacer ejercicios.
Hablar lo que nos esta pasando sea positivo o no con alguna persona de confianza, drenar los sentimientos de rabia, o de mucho entusiasmo, no dejarlos estancados dentro de nosotros.
Muchas personas se refugian en adicciones como el alcohol buscando escapar de la realidad, sin darse cuenta de que lo que están haciendo es empeorar la situación, pues por miedo de encarar el entorno, no solo va acumulando l