La mitad de la población mundial depende de una madera, el carbón, la corteza, carbón, hierba o incluso secado de estiércol como combustible para cocinar sus comidas diarias, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). También informan, como consecuencia, que ahora estamos perdiendo la asombrosa cifra de 28.000 acres por día en países como África, Asia, México, América Central y del Sur y la India. Países como Haití y Nepal tienen menos de dos por ciento de sus bosques originales restantes.
Fuegos de cocina contaminan la atmósfera a niveles significativos que contribuyen al calentamiento global y el efecto invernadero. Según la Administración de Información de Energía de Estados Unidos, los Estados Unidos es el mayor emisor único de dióxido de carbono de la quema de combustibles fósiles, la principal causa del calentamiento global (www.eia.doe.gov). Esta misma agencia gubernamental establece que el diez por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo provienen de la quema de biomasa (fuegos para cocinar).
El fuego medio cocinar produce tanta contaminación del aire como un motor de automóvil, con mucha más carbono, una sustancia siete veces más calentamiento de la tierra, ya que el carbono absorbe la luz solar y libera calor. Un solo gramo de carbono se calienta la atmósfera de la tierra por igual tanto como un calentador de 1.500 vatios funcionando durante 168 horas. Considere esto: Si mitad de la población del mundo cocina con combustibles a base de carbono (tres mil millones de personas), con diez personas que utilizan cada fuego para cocinar, hay cien millones de fuegos de cocina por comida.
Cada fuego para cocinar produce la contaminación de carbono tanto como un automóvil. Tenía todas estas personas utilizan fuentes renovables de energía para cocinar en lugar de madera, el efecto positivo sobre el medio ambiente sería la misma que la eliminación de un centenar de millones de automóviles de la ecuación. Sólo hay un estimado de 600 millones en todo el mundo automóviles de pasajeros (aproximadamente un coche por once personas). Este resultado sería, además de detener la pérdida de nuestros bosques ya que ya no se necesita el combustible para cocinar.
Cocinar incendios y humo (que contiene, monóxido de carbono, partículas, hidrocarburos y óxidos de nitrógeno, benceno, dioxinas, formaldehído, estireno, cloruro de metileno y butadieno) contribuir a: 1. Enfermedad pulmonar: neumonía, bronquitis, enfisema, cataratas, cáncer,