¿Qué podría estar mal con el movimiento verde de hoy? Después de todo, es bueno para la tierra, bueno para nuestra salud, y bueno para nuestra economía en el camino de la creación de empleos verdes. Sin embargo, hay algunas trampas que tenemos que tener en cuenta.
En el lado positivo, la conciencia ambiental y las prácticas sostenibles son evidentes por todas partes. Por ejemplo, el exurb de McKinney Dallas, Texas se enorgullece de su nuevo enfoque en el ecologismo.
La ciudad ecológica cuenta con la primera WalMart sostenible, con un gigantesco molino de viento de 50 kilovatios en el estacionamiento que produce el 5 por ciento de su energía; el primer concesionario de Toyota con certificación LEED en la nación (Pat Lobb Toyota); y el primer edificio de oficinas Platinum LEED desarrollado de forma privada. Otras zonas del país están experimentando igualmente un auge en prácticas ecológicas.
Pero oculto tras el impulso positivo se encuentra una historia fea de la codicia y el engaño.
Empresas que ven verde únicamente como que billete de un dólar en el bolsillo trasero han puesto en marcha un gran número de nuevos productos "verdes" que están volando de las estanterías. Los consumidores están comprando productos ecológicos en tropel, creyendo que están haciendo su parte para ayudar al medio ambiente. Pero ¿son realmente? ¿O es sólo un juego de la cáscara?
Los centros de preocupación alrededor de la cuestión de si estos productos de moda son verdaderamente amigable con el planeta.
Están hechos usando prácticas de fabricación sostenibles que tengan un menor impacto en el medio ambiente? ¿Son los propios totalmente natural y segura los productos? Y es el aumento de envases contribuyendo a más dióxido de carbono emitido en el proceso de fabricación y más materiales que están siendo objeto de dumping en los vertederos?
En esto radica la preocupación. ¿Es una nueva clase de consumismo verde que ofusca la posición del movimiento ambiental en la conservación barriendo los Estados Unidos? Con todos los productos ecológicos fuera hoy en día, parece tan.
La compra de un producto verde y luego tiene el desafortunado efecto de hacer que la gente cree que es lo único que pueden hacer para ayudar con el medio ambiente, y que ellos están haciendo una muy buena acción.
En este sentido, la creciente ola de productos ecológicos es, en mi opinión, perjudicando la causa ambiental. Huele a empresas más preocupadas por su línea de