La Quinta necesidad de un buen anfitrión es estar alerta a humor, actitud, las expectativas de sus clientes.
Supongamos nada. Usted puede disfrutar de este deporte, su huésped podría ser aburrido hasta las lágrimas.
Puede que te sientas como en casa en un club, su huésped podría sentirse en peligro.
No fuerce a su huésped a hacer cualquier cosa s /él no quiere, y si es necesario, cambie sus planes para adaptarse.
Después de todo, usted ha tomado esta persona de su "zona de confort".
Al final de la visita a su invitado debería haber tenido un buen tiempo. Si también ha tenido un buen tiempo, entonces usted puede proferir otra invitación.
Si usted no tiene, siempre y cuando su huésped se aparta con buenos sentimientos, que ha sido un buen anfitrión y la dislocación /malestar en su vida recoge esa recompensa.