En tiempos de crisis como el actual, el sistema se revela. Estos son momentos en los que las máscaras se desprenden y que muestran las caras reales. Sin embargo, con un mínimo de comentario, la información, la memoria, el razonamiento, el sentido común no es tan difícil de exponer las falacias y contradicciones en el sistema capitalista, incluso en tiempos de aparente prosperidad. También es posible eliminar las máscaras en el sistema sin esperar a que caigan solo. El capitalismo vive de las apariencias.
Pone toda la carne en el asador para aparecer y lo que no para ocultar lo que realmente es. No es de extrañar que sea compatible con el estricto control de los medios de comunicación. Hierro al mismo tiempo oculta. El control social no es efectiva si no pasa desapercibido. Sin embargo, el capitalismo no puede evitar el aumento de recuestionado porque no pueden mantener sus mentiras se descubren poco a poco. Los hechos contradicen los discursos. Las graves consecuencias del sistema capitalista ya no puede pasar desapercibido. La evidencia ya no puede ser ocultado o manipulado.
La realidad, tarde o temprano, habla por sí mismo. Tengo la intención, lo antes posible, y la humildad de un ciudadano común que anima al lector a cuestionar sus opiniones y refutar sus argumentos, argumentos para hacer para combatir algunas de las falacias que el sistema capitalista nos venden continuamente todos los ciudadanos. Con las únicas armas del sentido común, la razón, la observación, el pensamiento crítico y la libertad de la memoria y un mínimo de información, también es posible luchar contra el sistema ideológico.
Obviamente, estar bien informado o bien formado, ayuda a combatir estas falacias. Pero, básicamente, no es necesario ser demasiado informado para ver las contradicciones en el sistema capitalista, llevarlo hasta el punto de que se trate. Incluso, a veces, la mala información es peor que una educación deficiente o la falta de ellos. El sesgo de información se produce porque un sesgo. Y no hay mayor enemigo de la libertad de pensamiento que el prejuicio. Esto es bien conocido a las personas que manejan o son responsables de llenar la cabeza desde que nacemos de prejuicios.
A veces, lo que es peor es la sobrecarga de información que nos impide ver el bosque para ver sólo las ramas, lo que crea la falsa impresión de que para ser "lejos" se nos informa "bien" informado. De hecho, la mejor manera para que el sistema actual de desinformar al ciudadano promedio es