El tercer elemento es la fuerza.; esta es la sonoridad del enunciado. Cuando el hablante empieza a hablar, lo primero que debe hacer es hablar lo suficientemente alto para que todos oyeran. Con este altavoz puede proyectar una impresión de confianza.
Hablando en voz alta puede llamar la atención; pero no debe hacerse desde el principio hasta el final del discurso. El orador debe aprender a utilizar las variaciones en el volumen de su voz; suave, medio o alto. Hay momentos para hablar en voz alta, el tiempo de hablar en voz baja y el tiempo de hablar en forma medio o moderado. Con esto la conversación no va a ser aburrido y que le ayudará a hacer que el público en el enfoque.