pción de profundidad, de interacción social, el aprendizaje, y el bienestar físico. Los colores ayudan al niño a determinar hasta qué punto él o ella es de un objeto, y el mundo se hace más de tres dimensiones, ayudando a la percepción de profundidad. La interacción social también mejora ya que el niño se siente como si él o ella está en un mundo más tranquilo y se puede ver e interpretar las expresiones faciales más claramente.
Los colores hacen que sea posible aprender, sobre todo cuando se lee, y en general, el niño se sentirá mejor, ya que ayuda a reducir los dolores de cabeza y mareos. Al poner a prueba esta técnica y otros para ayudar a los problemas de percepción visual, usted puede ayudar a su hijo a lidiar mejor con el mundo y su autismo.