De niños tenemos sueños sobre lo que queremos ser cuando seamos mayores. Músicos, artistas y deportistas profesionales son sólo algunos de los roles que nos gustaría jugar. Idolatramos celebridades populares de la sociedad y nos preguntamos cómo sería vivir en sus zapatos por un día. Pero a medida que pasa el tiempo nuestro cambio sueños. La vida tiene vueltas y revueltas y no siempre llegar a caminar por el camino que nos esperábamos. Para muchos esto puede causar depresión, la ira, la amargura y el resentimiento. Algunos pasan la vida pensando en los "qué pasaría si de".
Viven en lo que podría haber sido; lo que debería haber sido y, a veces se consumen con la decepción. Ellos envidian los demás y son sólo frustrado con lo que su vida se ha convertido. Pero para mi; que trajo la felicidad
.
Cuando era pequeña quería ser actriz, que incluso escribió y ensayaba mi discurso de aceptación para los premios de la Academia. Como adolescente soñaba con ser un modelo e imaginé mis fotografías que cubren la revista Elle y tomar un paseo por la alfombra roja, mientras que el Paparazzi espetó mi foto.
Me río cuando pienso en cuántas veces me coloreé mi pelo y cambié mi armario sólo para parecerse a alguien en la Lista "A". Parece una tontería, pero en el momento que era todo lo que podía pensar.
Ahora ve las cosas de manera muy diferente. Mis metas y las personas que admiro son diferentes que antes; mejor que antes. Tengo una familia maravillosa y Dios me ha bendecido sin medida. Ahora me doy cuenta de que sólo hay una persona en la tierra que yo quiero ser como, único que quiero imitar. Esta persona es bello y precioso.
Durante el tiempo que puedo recordar sus palabras fueron alentadores. No importa lo loco sueño o una meta que tenía. Nada de lo que me habló fue negativa. "Puedes hacerlo"; "Eres talentoso, inteligente". Estos aplausos vinieron directamente de ella. Ella me hizo sentir como si nada estaba fuera de mi alcance y que todo era posible. Cuando estaba por alto por otros que me dio más atención. Cuando fui empujado hacia el lado que me atrajo más cerca de ella.
Cuando mi corazón estaba roto y el dolor era demasiado difícil de soportar, era sus manos que limpié las lágrimas y los brazos que me abrazaron. Era su fuerza que me recogió cuando estaba en mi menor y sus dedos que me levantó la barbilla. A veces, los problemas de la vida dejaron heridas increíbles pero vendados cada uno y los sellan con un beso. Ella me dio todo lo