En el dengue hemorrágico, hay sangrado con moretones fácil, manchas de sangre en la piel (petequias), escupir sangre (hematemesis), sangre en las heces (melena), sangrado de las encías y sangrado nasal (epistaxis). La neumonía es común, y la inflamación del corazón (miocarditis) puede estar presente. Los pacientes con dengue hemorrágico deben ser monitoreados de cerca durante los primeros días desde que choque puede ocurrir o se repita precipitadamente (síndrome de shock del dengue). Pacientes cianóticos (azulados) se dan oxígeno.
Colapso vascular (trauma) requiere la reposición de líquidos inmediata. Se pueden necesitar transfusiones de sangre para controlar la hemorragia. El (la muerte) Tasa de mortalidad con el dengue hemorrágico es significativo. Con el tratamiento adecuado, la Organización Mundial de la Salud estima una tasa de mortalidad del 2,5%. Sin embargo, sin el tratamiento adecuado, la tasa de mortalidad se eleva al 20%. La mayoría de las muertes ocurren en niños. Los bebés menores de un año de edad están especialmente en riesgo de morir por dengue hemorrágico.