Era un día como cualquier otro y nuestros cuatro aventureros se había reunido en una taberna anodino en el borde de un pueblo de los medianos. El alcalde de la ciudad los había invitado a venir porque su población había estado disminuyendo, llegando cada vez menos a medida que más y más aventureros establecidos para descubrir los secretos contenidos dentro de una caverna cercana. ¿Quién o qué habían comenzado los rumores de riquezas en la caverna fue claro y nadie en el pueblo en realidad podría decir que había encontrado la primera rubí.
Cualquiera que sea o quien se había llevado a la ciudad cada vez más que un simple pueblo de pescadores en la orilla del agua Negro Lago.
El partido contenía un guardabosques de los elfos, uno paladín enano, una picaresca humana y uno hechicero halfling . Una sección transversal bastante decente si se me permite decirlo yo. Los cuatro nos pusimos en nuestra búsqueda, y dentro de la primera caminata de media hora en la carretera estábamos verbalmente por un enorme, libélula con alas, la cabeza encerrada en algo de rojo, niebla arremolinándose. Tomamos nuestros puestos de combate.
Nuestros ataques volaban rápido y furioso, y totalmente no coordinada, lo que resulta en el ranger alancear al paladín con una flecha en el brazo
"Och! ¿Qué has hecho tha 'para?". el Enano abordó el elfo, olvidando por completo que estábamos en una batalla de vida o muerte.
"Detrás de ti!" el elfo gritó y se preparó otra flecha.
"dinnae cambie da tema!" el enano respondió y avanzó hacia el elfo, provocando la libélula en un ataque de oportunidad que escinde pasado su armadura y anotó una herida en el hombro derecho de la enana.
El elfo tomó su oportunidad de disparar a la libélula de nuevo, pero una ráfaga capricho de viento se llevó la flecha y abofeteado él, obligándolo a perder su objetivo. "Hay que ayudarlos!" el elfo se declaró con el enano.
"Sí, voy a ayudar, pero no hasta que haya terminado con vosotros!" el enano respondió y levantó el mango de su hacha sobre su cabeza.
En un rápido movimiento de cabeza del elfo permanecía separado de su cuerpo y el enano sonrió sombríamente, vuelta atrás justo a tiempo para ver la libélula la lanza lo humano y lo halfling a través de sus pechos, provocando gritos de agonía mientras su sangre drenada de sus Bodes y empapado en la tierra sedienta por debajo de ellos. Rascándose la barba la barba izó su arma a la espalda y se dirigió de nuevo a la a