Una vez fuera bailaron y cantaron con alegría y luego comenzó a correr por el pueblo y a las granjas redondear a punto de compartir las buenas nuevas. Jesús había nacido, el Mesías estaba aquí. "Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad, alegría al mundo el Hijo de Dios ha venido." Ellos gritaron y cantaron mientras corrían de casa en casa y en los callejones y campos y bosques para compartir la buena noticia con los otros animales.
El pastorcillo tranquilamente se sentó junto al pesebre abrazando la nueva corderito cerca de su corazón.
"El Cordero del mundo, el Salvador, el Rey," María susurró al pastorcillo cuando levantó a Jesús del pesebre y se abrazó a él cerca de su corazón.