La ética se ha definido como la actividad de examen de las normas morales de una sociedad, y preguntando cómo estas normas se aplican a la vida de uno y si estas normas son razonables (Velásquez, 1998; Pág. 11). La literatura sobre la ética empresarial está dividida en sus opiniones acerca de la motivación y la razón para que las empresas tienen una dimensión ética.
Basándose en Harrison (2001), hay dos grandes escuelas de pensamiento, en primer lugar, los que sugieren que las empresas son instituciones generadoras de ganancias y por lo tanto la ética empresarial es otra manera de atraer a los clientes, en segundo lugar, los que apoyan la conciencia corporativa y la motivación intrínseca para la adopción de ética de negocios. La ética empresarial se ha considerado muy subjetiva en la naturaleza y de acuerdo con Pablo (2001) se considera una función del tiempo y la cultura.
Se ha establecido que con el paso del tiempo la ética empresarial ha evolucionado y también que los valores culturales y las normas éticas de negocio en coche dentro de las fronteras nacionales y regionales. Uno de los principales estudios sobre los valores nacionales ha sido llevada a cabo por Hofstede (1983).
De acuerdo a esta investigación, que sólo se basa en cuatro indicadores es decir, el individualismo, la distancia de poder, control de la incertidumbre y la masculinidad, hay una gran cantidad de diferencias entre los valores a través de diferentes naciones y por consiguiente, los éticas de negocio. La globalización combinada con la normalización ha hecho que las empresas económicamente eficiente, pero al mismo tiempo plantea preguntas acerca de los códigos estandarizados de ética en los negocios a través de las fronteras nacionales.
Vinten (1991) ha dividido a las cuestiones éticas de negocio en los diferentes niveles, es decir, negocios internacionales, las empresas nacionales y la ética profesional. A nivel internacional las cuestiones