No podemos obligar a que, no podemos exigirlo, no podemos legislar porque simplemente no funciona de esa manera. Podemos probar, pero siempre vamos a fallar.
Piense en las personas que realmente respeto. ¿Se exigen de usted o es su respeto ganado por la forma en que te tratan. Ahora cambiar esa situación. ¿Está ganando el don del respeto de su prójimo? Es algo en que pensar. Yo sé lo que hago.
Prométase que a partir de hoy usted ganará el respeto no exigirlo. Mientras estás en ello también tener más cuidado con darle a su respeto. No seas tan libre con él.
Hacer los que reciben ese precioso don ganarlo. El mundo será un lugar mejor debido a ella.