Es bastante claro que ellos obedecieron la orden, y no escatiman su mano de obra en la recolección de la cantidad de matrimonio; pero su falta de fe y la locura traiciona a sí misma en su asombro cuando ven que Dios ha realizado en realidad lo que prometió. Podemos conjeturar que observaron con precisión lo que despertó en ellos tanto asombro; por lo que se deduce que se negaron a acreditar la palabra de Dios hasta que su verdad se demostró eficacia.
Sucedió, pues, en la sabiduría admirable de Dios, que su duda malvada y perversa valido tanto para la confirmación del milagro y la observación del sábado. De ahí que la ocasión se le dio a Moisés de nuevo para ordenan sobre ellos lo que de otro modo, tal vez, hubieran descuidado, a saber., Que deben honrar el séptimo día de un santo descanso. 27. Y aconteció.
Esta es la segunda transgresión CCDP, que al salir en el séptimo día atrincherado en su observancia religiosa; y esta codicia monstruosa surgió de su no creer que es verdad lo que acabamos de escuchar a Moisés diciendo, porque él había declarado claramente a ellos que no iban a encontrar el maná. Ellos, por lo tanto, lo acusan de falsedad, negándose 'a creer otra cosa que sus propios ojos. Mientras tanto, la obligación del sábado fue reprobada por ellos, o mejor dicho, intentaron profanar el día que Dios había santificado, por lo que debería de ninguna manera diferente de otros días.
Por lo tanto qué Dios justamente vituperar con mucha amargura, pues, frente a Moisés, en su persona Él arraigns la maldad obstinada de todo el pueblo. Seguramente Moisés no era del número de los que se habían negado a obedecer las leyes de Dios, pero por esta carga en general, la multitud, que había transgredido, fueron más severamente reprendido, y una obligación mayor se pone en Moisés para castigar a las personas, cuando un parte de la culpa se transfiere a sí mismo.
Por la expresión "¿Por cuánto tiempo?" Dios implica lo intolerable de su perversidad, porque no hay final de sus delitos, pero, provocando así una mayor venganza por los nuevos delitos, que demuestran ser incorregible.