n lugar de invocar ningún sentido que tenía de sí mismo. Con la llegada del teatro profesional en la década de 1570, sin embargo, un cambio de enfoque es discernible como las obras empiezan a organizar para los nuevos públicos urbanos "una reflexión más concreta de sus vidas y preocupaciones materiales. Cuando un conocimiento íntimo de la ciudad despierta la sospecha moral en los interludios, en las obras de la década de 1580 y 1590 junto con Londres es más favorable representado.
Como parte de esta nueva actitud positiva hacia la ciudad, Grantley apunta a una celebración de ambos economía de la ciudad y de su administración, especialmente encarnada en la figura del alcalde de la moda contemporánea de dramas históricos.