Mi llamada fue respondida casi al instante y una voz masculina alegre me saludó, lo cual me pareció el técnico. Le dije que el problema que me enfrentaba al acceder a Internet. Se diagnostica el problema y me dijo que me llamaría de nuevo en unos minutos.
Cuando él volvió a llamar, me explicó la causa del problema con él y él con mucha paciencia los escuché y me ayudó a resolver el problema mediante la realización de algunos pasos de solución de problemas, uno tras otro. Tuve la oportunidad de acceder a Internet por fin! Le di las gracias y desconecté la llamada. Empecé a revisar mis correos electrónicos y también respondió a todas ellas. Me aclaré la bandeja de entrada en el momento en que tuvimos que abordar el vuelo.