Ahora era mi show y totalmente mi show. Era el momento que estaba esperando ansiosamente durante mucho tiempo y la razón por la que había sacrificado mi gota de sangre. Entonces me agarré de sus dos extremidades traseras y le aparté como resultado de la cual su extremidad delantera fue arrancado de su cuerpo y se separó. Decidí tratar con él el camino de los talibanes.
Por desgracia no tuve cadenas conmigo en ese momento con el que me hubiera atado todos sus miembros restantes y lo golpeó 100 latigazos en su espalda por el crimen que había cometido. Así que saqué sus dos patas traseras y lo guardé en mi palma izquierda y lo vi en el dolor, pero no podía oír ningún ruido a partir de entonces y la grasa corporal rodé desde un borde de la palma de mi mano a otra. Después de algún tiempo mi conciencia no me permitía torturo más lejos y me decidí a terminar la misión. Así que una palmada en él con mi otra mano por última vez.
Cuando abrí mi mano podía ver mi propia sangre roja salpicó fuera del cuerpo del enemigo.
La misión se llevó a cabo.
Me lavé las manos de la botella de agua mantenido a mi lado y fuimos a tomar una buena noche de sueño.