"Aquí está su parada", dijo el conductor del autobús, "Ithaca College, el edificio de Ford." Yo no sabía que me bajé del autobús que esta visita sería moderar mi anhelo enterrado a convertirse en una música educadora en una ambición ardiente. Esa transición fue muy influenciado por mi devoción y amor por la música; una pasión que ha crecido de manera constante desde el día en que comenzó a tocar el piano. Inicialmente, la práctica de seis a ocho horas fue ardua; ahora que la tarea no es sólo agradable, pero divertido.
Aparte de mi inclinación hacia la música, mi afición por la educación se deriva de mis experiencias que dan clases de flauta privadas. La capacidad de contribuir a la vida de mis estudiantes fue mi motivo original para convertirse en un instructor de música. Hasta que visité Ithaca College sin embargo, mi deseo de enseñar música fue enterrado bajo la presunción ignorantes que ser arquitecto estaría personalmente gratificante.
Yo estaba en Ithaca para estudiar arquitectura en la Universidad de Cornell durante seis semanas, pero desde el principio Conocí a la persona que me dio la oportunidad de conocer mi trayectoria verdadera. Ella, a través de su amigo el Dr. Baruch J. Whitehead, obtuvo el permiso para mí para auditar un curso de educación musical de nivel de posgrado en la universidad de Ithaca. Esa clase ejemplifica la emoción de estudiar música profesionalmente. Yo estaba fascinado por las presentaciones de los estudiantes dieron avisos de nuevas técnicas que habían investigado.
La música desafiante junto con el nivel de los músicos me mostró cómo juego gratificante con artistas formados puede ser. La clase despertó mi interés en la educación de la música como una carrera y me dejó con ganas de más. Desde entonces he trabajado para perseguir mi aspiración de convertirse en un profesor de música.
Si no admitido en el departamento de música, me ende, se aplicará a las principales en el diseño y la puesta en escena de teatro, una decisión que brota de mi amor por la música teatro, el teatro y las artes.
He trabajado haciendo backstage juegos para los musicales Cabaret, Titanic, y el Café de Smoky Joe; También he asistido en las producciones de Arsénico por compasión y varias otras obras dramáticas. La satisfacción que sentí el apoyo a esas actuaciones me impulsó hacia mi elección.