Proverbios 22: 6. (King James Version)
Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él
Queremos que nuestros hijos crezcan para ser respetuoso, amable, honesta, trabajadora, etc. Queremos que retienen las lecciones que hemos tratado de enseñarles y mantener los estándares morales Hemos demostrado también. El versículo de la Biblia por encima nos asegura que, incluso en caso de que alejarse por un tiempo, volverán a los valores que nosotros, como padres, hemos inculcado en ellos.
Serán rebelde y de cabeza dura a veces, y a veces tiene que encontrar la manera dura que lo que les hemos dicho es cierto. Después de un par de golpes duros, llegan a apreciar las lecciones y consejos de sus padres se esforzaron para darles.
En la mayoría de los casos, esto es una buena cosa.
Pero ¿qué pasa con aquellos padres que enseñan a sus hijos que ellos son mejores que cualquier otro niño debido a su color de piel, religión, condición financiera o algunos otros criterios que han establecido? ¿Cuál de esos padres que enseñan a sus hijos a odiar? ¿Es difícil para estos niños para borrar lo que se ha escrito en sus páginas y ver sus semejantes como iguales? ¿Serán capaces de ver más allá de los otros superficiales y juzgar sobre su carácter?
Estoy convencido, de verlos jugar juntos, que los niños no se preocupan por el color de piel, la forma en que otros niños vestidos o cualquier de que cuando eligen a sus compañeros de juego.
Sólo ven a otro niño; alguien de su tamaño que puedan interactuar. Es sólo cuando los padres empiezan a tirar a un lado y señalar las diferencias que comienzan los problemas. Cuando el pequeño Johnny o Susie se ha dicho suficientes veces que el pequeño Billy o Mary es diferente de ellos, no tan bueno como ellos, no el tipo de niño que ellos quieren hacer compañía a que su vista se convierte en obsoleta.
Así, el adoctrinamiento en el mundo de la intolerancia, el fanatismo y la pura y simple odiado ha comenzado. Sí, los niños se les debe enseñar a odiar a los demás.
Se les debe enseñar a juzgar a los demás sobre la base de cómo se ven en el exterior. Deben ser educados en un ambiente donde su odio puede pudrir y crecer. Deben ser protegidos de descubrir que somos todos iguales; somos el pueblo de Dios, creados a su imagen. Se debe evitar que aventurarse fuera de la "aldea" de personas de ideas afines que perpetúan el mito de que algunas personas son mejores que otras. Deben d