El personal era increíble y estaba esperando junto a su cama para que me explique lo que cada máquina y el tubo estaba haciendo por ella. También me hicieron varias preguntas importantes mientras yo estaba allí, incluyendo si tuviera un nombre elegido por lo theyknew cómo llamar a ella, y si yo planeamos dar el pecho o el biberón. Todos eran excepcionalmente contentos cuando les dije que planeé ot amamantar porque los recién nacidos en la UCIN tienden a tener menos problemas médicos y mejorar más rápido con leche materna en lugar de fórmula.
Desde que era muy pequeño para prenderse correctamente en sin embargo, inmediatamente consiguieron me preparaba con un doble sombrero sot sacaleches eléctrico que podía comenzar a bombear en el hospital. Tan pronto como hubo leche materna disponibles, comenzaron a darle de comer a un par de centímetros cúbicos a la vez. Todo en conjunto nos quedamos bastante suerte, ella tenía siete semanas tempranas y sólo tuvimos que pasar dos semanas en la UCIN.
Nació cuatro libras siete onzas y dieciocho pulgadas, y cuando ella salió del hospital ella ya había recuperado su peso al nacer enfrente él caída que le hizo a tres punds once onzas. El courosey y la empatía del personal de la UCIN todavía me asombra.