Siempre tenga cuidado para apoyar la cabeza y el cuello de su bebé cuando lo recoja o lo acostó. No empujar o sacudirlo cuando necesite despertarlo. En su lugar, hacerle cosquillas a sus pies suavemente o frotar el lado de la cabeza con ternura.
Disfruta de cada momento precioso que pasa con su hijo. Acunarlo en sus brazos y frotar su espalda suavemente. Hable en un tono reconfortante baja, o cantar en voz baja con él. Sonrisa cuando usted habla con él o cuando se hace el contacto visual.
Los bebés que recibieron el beneficio de contacto suave y el tacto de sus padres se sientan amados y protegidos. Este sentido de bienestar da tremendo impacto en su crecimiento emocional y físico.
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