El adagio "reducir-reutilizar-reciclar" ciertamente no se presta para el consumismo y los esfuerzos para preservar el medio ambiente animar a los posibles gastadores para diferenciar entre deseos y necesidades. Atrás han quedado los días de la compra de más de lo que necesitaba, o podría darse el lujo; sustituido ahora con el uso de ropa más largo, siendo el contenido en una casa más pequeña, y se aferran a su viejo coche.
Teniendo en cuenta que los combustibles de gasto de consumo del 70% de la economía, esta nueva era de los ciudadanos frugales va a ralentizar la recuperación económica ya lento, pero más lento es mejor si esto significa evitar el frenesí de consumo que trajo en el problema en el primer lugar.