Es esencial para mostrar la objetividad en un tribunal, así como la continuidad y la integridad de evidencia. También es necesario para demostrar cómo se ha recuperado evidencia, mostrando cada proceso a través del cual se obtuvo la evidencia.
La evidencia debe ser preservada hasta el punto de que un tercero es capaz de repetir el mismo proceso y llegar al mismo resultado que la presentada ante un tribunal.