a una reacción violenta inevitable. El estado ha adquirido proporciones monstruosas en las décadas desde la Segunda Guerra mundial. Está a punto de crecer más y digerir los pocos sectores que hasta ahora dejadas sin tocar. Por decir lo menos, no se trata de una buena noticia. Pero nosotros los libertarios - defensores de ambos la libertad individual y la responsabilidad individual - hemos traído con nosotros mismos por frustrar la labor de ese regulador invisible -. El mercado