Las sanciones económicas son ineficaces contra Irán. Y el gobierno iraní lo sabe. Irán es el cuarto mayor productor de petróleo en el mundo. Con la escalada de la demanda mundial de petróleo y las siempre crecientes precios del petróleo, las arcas de la República Islámica se llenan de divisas. Esto les permitirá obtener lo que necesitan a través de corporaciones farsa, aliados políticos y las fuentes del mercado negro. El papel de China y Rusia como los principales proveedores de bienes y servicios para el régimen iraní no puede ser subestimada.
Como los Estados Unidos y el resto de las potencias occidentales de imponer sanciones económicas a Irán, estos mismos gobiernos del mundo compiten en los mercados mundiales de petróleo de Irán. Los ingresos del petróleo fluyen en las manos del gobierno iraní, en esencia anular el dolor de las sanciones económicas. Los mulás han llegado a darse cuenta de los beneficios de este círculo vicioso y han aprendido a aprovechar el insaciable apetito de Occidente por su petróleo. El régimen iraní ha invertido sus ingresos petroleros en el desarrollo de su poderío militar.
Con la ayuda de Rusia, el régimen iraní está bien en su camino hacia el desarrollo de la capacidad de armas nucleares. Brazos nacionales del País manufacturas han desarrollado la tecnología de misiles con capacidad para amenazar a Israel y posiblemente de Europa del Este. Y el gobierno iraní ha obtenido tecnología de defensa antiaérea artesanía sofisticada de Rusia y China, que hacen que sea más difícil para infligir daños importantes en el Régimen. Por estas razones, un asalto aéreo por parte de Occidente, en ausencia de invasión terrestre hace poco o ningún sentido.
Algunos en Occidente incluyendo la Administración Obama han puesto sus esperanzas en la diplomacia. Esta estrategia es errónea porque los mulás en Irán percibe a Estados Unidos como un "tigre de papel" dispuestos a tomar dec