Al final, lo que hace hablar de su propia transformación gradual para permitir que sus hijas más opciones y gana un cierto grado de perspectiva a través de la rebelión de su hija y la batalla de su hermana con cáncer. Por ejemplo a su hija más joven quería desesperadamente salir de violín y jugar tenis (horrores!) Y Chua finalmente capitula.
Ella admite que hay limitaciones en el modelo asiático de la crianza de los hijos, pero prefiere errar por ese lado en lugar del laissez-faire para padres excesivamente tolerantes con el oeste, que ella afirma no ha producido realmente un pueblo más feliz que los del este. Una lectura muy interesante y desafiante!