Nunca debemos abandonar a aquellos que son inocentes del pecado sexual o se han arrepentido de su pecado sexual, ni debemos rechazar por completo los que están fuera de la fe, porque todavía se puede llegar por Cristo y cambian sus comportamientos.
te escribí antes en una carta de no estar en compañía de los fornicarios: Sin embargo, no puedo permanecer lejos de los fornicarios de este mundo totalmente ... porque entonces usted tendría que dejar por completo el mundo. Pero yo he escrito a vosotros, no para estar en compañía de alguien llamado cristiano, que es una persona que cometen inmoralidades sexuales ... así que no estar en compañía de este tipo de personas. No tengo nada que juzgar a los que no están en la fe. Yo sólo juzgo a los que se considera como cristianos. Pero aquellos que no están en la fe Dios juzga. Así separar esas personas malvadas de entre vosotros. I Corintios 5: 9-13 Romanos 1: 24-32 es uno de los pasajes más claros cristianos basar su juicio de la inmoralidad de la promiscuidad y la homosexualidad, pero teniendo cuidado de no condenar a los inocentes deben ser recordado. Así también Dios los entregó a la maldad que querían salir de sus propios corazones, para avergonzar a sus propios cuerpos entre sí ... Debido a esto Dios los entregó a la maldad que ellos querían, de modo que aun sus mujeres cambiaron la forma natural del sexo en lo que es contra naturaleza, y de la misma manera también los hombres, porque no quería tener relaciones sexuales con una mujer de forma natural, sino que teniendo relaciones sexuales entre sí; hombres con hombres, haciendo lo que es evidentemente falso, y conseguir las enfermedades en sí mismas de sus males, los que con razón merecen como castigo. Y como no les gustaba recordar a Dios, Dios los entregó a una mente impío, para hacer lo que no es natural; Ser lleno de todo, el pecado sexual impiedad, Cáncer de testículo: cáncer más común en jóvenes Men
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